Zapata sale del juicio crecido y reivindicando el delito por el que puede ser condenado
El concejal del Ayuntamiento de Madrid Guillermo Zapata ha afirmado este viernes que centros como el Patio Maravillas «son realidades sociales» de la capital que han estado presentes durante mucho tiempo y que «no van a dejar de existir», por lo que pide un debate político sobre ellos.
Zapata, preguntado por OKDIARIO, ha preferido no pedir perdón al propietario del inmueble que les denunció ni aclarar si ahora lo volvería a hacer igual. «No entiendo qué quieres decir con ‘perdón’ «, ha espetado. En un alarde de chulería ha proseguido: «¿Perdón por realizar actividades sociales, políticas y culturales?».
Indica que el propietario ha ido al juicio y se ha retirado, «no tenía nada que acusar, no es una cuestión moral, no es una cuestión de perdones, es una cuestión de que se puedan realizar actividades sociales y políticas en nuestra ciudad».
«Sería como pedirle a un sindicalista que renegara de su actividad sindical», ha ejemplificado, «yo creo que eso no tiene sentido». «Lo que hace falta es que hablemos políticamente en serio». Afirma que «no existe un ataque directo, existe un proceso judicial que sigue su camino y yo soy uno más».
Así lo ha dicho a las puertas de los juzgados de lo Penal de Madrid tras declarar como acusado junto a otros tres activistas por ocupar el edificio de la calle Pez que durante años albergó las actividades del colectivo Patio Maravillas. Ahora el colectivo okupa se encuentra sin localización física en Madrid.
«Son realidades que existen en nuestra ciudad, que llevan existiendo muchísimos años y que no van a dejar de existir porque reduzcamos los asuntos políticos a caricaturas», ha argumentado.
Al respecto, Zapata ha añadido que el centro social Patio Maravillas es «un espacio que merecía la pena ser defendido, que esa era una defensa de orden político» y que debía defender las actividades sociales, políticas y culturales que llevaban a cabo en él.
Después de que se retirara el propietario del inmueble, se ha mantenido la acusación por parte de la Fiscalía. Tal como se ha comentado en las aledaños de la Sala, el propietario tal vez en algún momento tenga que ir a pedir luz verde al Ayuntamiento de Carmena y del propio Zapata para realizar alguna rehabilitación o reforma. Puede haberse sentido presionado en ese sentido para abandonar la causa.
Zapata y los otros activistas ya no se enfrentan a una multa de 18.000 euros sino tan solo a los 1.800 euros de multa a cada uno que pide la Fiscalía. Una multa que decidirán en asamblea repartir entre todo el colectivo que, dicen, está formado por miles de personas.